La Ley de Eficiencia Energética en España (Real Decreto-ley 14/2022) tiene un objetivo claro: reducir el consumo energético en todos los sectores y mejorar la competitividad de las empresas haciendo un uso más inteligente de la energía.Más que una obligación legal es una herramienta estratégica para reducir costes, mejorar la sostenibilidad, generar oportunidades de ingreso y potenciar la competitividad.
El sector tecnológico es uno de los más directamente afectados por la Ley de Eficiencia Energética, tanto por su alto consumo energético como por su papel estratégico en la transformación digital y sostenible del tejido empresarial. La normativa establece límites más estrictos al consumo de energía en dispositivos electrónicos, imponiendo máximos incluso en estado de reposo (stand-by), donde muchos equipos deben consumir menos de 0,5W, lo que nos obliga tanto a fabricantes como a usuarios a adoptar tecnologías más eficientes desde el diseño hasta la operación.
Además, las empresas tecnológicas como la nuestra que gestionan centros de datos (data centers), servidores, redes y grandes infraestructuras digitales tienen ahora la responsabilidad de aplicar sistemas de monitorización energética, optimizar la climatización, y usar fuentes de energía renovable para minimizar el impacto ambiental de sus operaciones.
Por otro lado, ofrece a las empresas la oportunidad de beneficiarse económicamente mediante la obtención de Certificados de Ahorro Energético (CAE) si implementan mejoras como la virtualización de servidores, migración a la nube con proveedores eficientes o renovación de equipos con etiqueta energética superior. En muchos casos, este tipo de mejoras no solo reducen el consumo eléctrico, sino que también mejoran el rendimiento del sistema, la disponibilidad de los servicios y la ciberseguridad. Además, las soluciones tecnológicas también pueden actuar como habilitadores de eficiencia energética para otros sectores, desarrollando software de gestión energética, IoT para el control de edificios, o plataformas de análisis de datos para auditorías. En este sentido, cumplir con la ley no es solo una exigencia normativa, sino una oportunidad para las empresas tecnológicas de liderar la innovación en sostenibilidad y diferenciarse en un mercado cada vez más consciente del impacto ambiental.
¿Cuál es el objetivo de la ley?
- Reducir el consumo energético final un 15 % para 2030, en línea con las metas europeas.
- Fomentar que las empresas ahorren energía, reduzcan costes y sean más sostenibles.
¿A quién afecta?
La ley aplica a:
- Grandes empresas (más de 250 empleados o 50M€ de facturación): deben realizar auditorías energéticas obligatorias cada 4 años.
- Edificios nuevos, en venta o alquiler: deben contar con un certificado de eficiencia energética.
- Empresas tecnológicas e industriales: deben adaptar procesos, equipos e instalaciones para consumir menos energía.
- Comercializadoras de energía: deben contribuir al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) o generar Certificados de Ahorro Energético (CAE).
¿Qué medidas introduce?
- Auditorías energéticas para detectar cómo y dónde se puede ahorrar energía.
- Certificados de Ahorro Energético (CAE). La empresa puede obtener ingresos por cada acción que reduzca el consumo energético.
- Fondo Nacional de Eficiencia Energética. Ayuda a financiar proyectos energéticamente eficientes.
- Requisitos técnicos en tecnología y edificios. Los equipos deben ser más eficientes, especialmente en modo reposo (≤ 0,5W).
¿Por qué es importante para las empresas?
- Reduce costes fijos: menos consumo = menos gasto energético.
- Mejora la imagen de marca: cada vez más clientes y socios valoran la sostenibilidad.
- Vía de acceso a incentivos y ayudas públicas: muchas subvenciones exigen cumplir con esta ley.
- Permite generar ingresos: vendiendo los Certificados de Ahorro Energético (CAE).
- Las prepara para el futuro: las regulaciones serán cada vez más exigentes. Adelantarte te da ventaja.
¿Y en el sector tecnológico?
- La ley impulsa la eficiencia en servidores, equipos informáticos, data centers y dispositivos electrónicos.
- Se exige menor consumo incluso en modo espera o reposo, lo que obliga a desarrollar y usar tecnologías más sostenibles.
- Esto no solo reduce costes eléctricos, sino que también facilita el cumplimiento normativo en un sector muy vigilado.