En SIVSA manejamos en nuestro día a día un gran número de dispositivos y sistemas que consumen energía, desde servidores hasta sistemas de calefacción y aire acondicionado. Nuestro compromiso con el medioambiente nos lleva a buscar y aplicar normas o nuevas soluciones que nos ayuden a reducir nuestra huella ambiental corporativa, a través de un comportamiento responsable y consciente.
En los últimos años, la inteligencia artificial se está convirtiendo en una gran aliada en este sentido. Utilizándola de forma responsable para analizar en tiempo real la demanda de energía y realizar predicciones de patrones de consumo basados en datos históricos, que permitan ajustar la temperatura de un edificio en base a su ocupación o condiciones climáticas o para apagar, por ejemplo, los equipos que no están en uso. Es decir, su empleo puede no solo contribuir a optimizar el consumo presente, sino servir para planificar mejor el futuro, reduciendo picos de demanda y promoviendo la sostenibilidad.
La nueva era de la IA generativa abre numerosas posibilidades, también en cuanto a su potencial para mejorar la eficiencia energética, pero es preciso tener en cuenta que, como es bien sabido, es una tecnología que requiere procesar numerosos datos, lo que supone un gran consumo de electricidad, agua y otros recursos.
De hecho, según las previsiones, la demanda global de electricidad para los centros de datos se incrementará en 2026 más del doble, llegando hasta los 1.000 TWh impulsada principalmente por la IA generativa. Esta también generará un importante consumo de agua para refrigerar los servidores, que podría suponer la extracción de 6.600 millones de metros cúbicos en 2027, según un estudio realizado por investigadores de las universidades de California y Texas. Además, se prevé un aumento 1.000 veces mayor en desechos electrónicos relacionados con la IA para 2030 y, otra de las consecuencias a tener en cuenta, será el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero.
Por este motivo, prácticamente un tercio de las compañías ha incorporado ya medidas de sostenibilidad en el ciclo de vida de sus modelos de IA, según el informe del Instituto de Investigación de Capgemini “Desarrollando una GEN AI sostenible”, que recoge respuestas de más de 2.000 ejecutivos de 15 países, incluido España. Concretamente, en nuestro país, un 2% utiliza ya modelos más pequeños y un 31% alimentan la infraestructura con fuentes de energía renovables, o tienen previsto hacerlo.
El informe plantea que las empresas deben evaluar si necesitan esta tecnología que consume grandes cantidades de energía en los casos en los que podrían utilizar otra para obtener un resultado muy similar. También propone la aplicación de prácticas sostenibles durante todo el ciclo de vida de la IA, incluido el hardware, la arquitectura de modelos, las fuentes de energía para los centros de datos y la aplicación de políticas de uso sostenible. Resalta que la investigación y el seguimiento continuos son esenciales para mitigar el impacto medioambiental de la IA.
En concusión, es esencian ser conscientes de la huella ambiental que conlleva el uso de la IA para hacer un uso responsable de ella y, en este sentido, apunta un informe de Gartner que el 70% de las empresas que adopten IA generativa en 2027 clasificarán la sostenibilidad como uno de sus principales criterios de selección. De hecho, ya hay herramientas como los centros de datos verdes, el uso de hardware eficiente y la selección de ubicaciones con menor impacto ambiental para servidores que pueden marcar la diferencia en este tema.